Vecinos y diarieros reclamaron justicia
viernes, abril 25, 2008
viernes 25 de abril, 3:00 AM
La intención fue pedir justicia por el homicidio y homenajear a la víctima: el canillita Juan Ignacio Mancuso, asesinado de un disparo en Olivos, cuando le robaban el ciclomotor. Familiares de la víctima, vecinos, la comunidad educativa del colegio La Salle, donde había estudiado el joven y diarieros de la zona norte marcharon ayer por las calles de Olivos para reclamar seguridad y el esclarecimiento del crimen.
Mancuso, de 24 años, trabajaba en el puesto de diarios que su padre tiene en La Lucila desde hace 36 años, y estudiaba el profesorado de educación física. Fue herido mortalmente el 28 de marzo pasado en la zona de la villa Borges, en Olivos.
A las 20 de ayer, la gente, unos 200 manifestantes, comenzó a juntarse en la avenida Maipú y Pelliza. Como signo, cada uno llevó un diario, en homenaje a la víctima.
Según informaron a LA NACION fuentes judiciales, el presunto asesino de Mancuso está identificado. Se trata de un joven de 18 años con antecedentes penales que hasta el momento del crimen vivía en la villa Borges.
La primera parada de la marcha se realizó en la comisaría 1a. de Olivos, donde los manifestantes, en señal de protesta, arrojaron varios diarios. En un momento salió a la puerta un jefe policial, que explicó que se estaba trabajando en el caso, pero fue increpado por los vecinos, que gritaron: "¡Los asesinos están en la calle!" y dieron direcciones en las que supuestamente viven delincuentes que protagonizaron los hechos ocurridos en la zona conocida como barrio La Loma de Roca.
La movilización continuó hasta su segunda parada: la Municipalidad de Vicente López, en avenida Maipú y Ricardo Gutiérrez. Allí habló el vecino Guillermo Medina, que en 2003 fue uno de los primeros en denunciar que el barrio La Loma de Roca, en cercanías de la villa Borges, era tierra de nadie.
"La municipalidad hace oídos sordos a nuestros reclamos, como el pedido de urbanizar la villa Borges, la instalación de mayores luminarias y la poda de árboles", dijo Medina, entre otras cosas.
Después, la movilización llegó hasta quinta presidencial de Olivos, donde Florencia, la novia de la víctima, leyó un poema y el padre del canillita, Ignacio Mancuso, agradeció el cariño de la gente. "Hubo mucho dolor, mucha angustia y congoja", sostuvo a LA NACION Medina.
La de Mancuso no fue la primera muerte en la zona. El 27 de enero pasado, en Mariano Pelliza y Rosetti, a metros de la autopista Panamericana, el oficial Luis Barrientos fue asesinado cuando, junto con un compañero, intentó identificar a un hombre que inflaba las ruedas de su bicicleta en una estación de servicio.
El 25 de marzo de 2007, en colectora y Pelliza, el sargento de la policía bonaerense Gastón Stichi fue asesinado; el 25 de enero de 2007, en Pelliza y Juan B. Justo, un grupo de delincuentes privó de la libertad al empresario químico Claudio Medín; los arrebatos y robos son frecuentes en la zona.
Un jefe policial consultado por LA NACION coincidió con el reclamo vecinal de que, para terminar con los hechos delictivos, es necesario urbanizar la villa Borges.
"Una de las soluciones principales sería urbanizar la villa, abrir los pasillos para que, entre otras cosas, no se puedan esconder los ladrones", había dicho a LA NACION comisario después del asesinato de Mancuso.
Fuente: La Nación
La intención fue pedir justicia por el homicidio y homenajear a la víctima: el canillita Juan Ignacio Mancuso, asesinado de un disparo en Olivos, cuando le robaban el ciclomotor. Familiares de la víctima, vecinos, la comunidad educativa del colegio La Salle, donde había estudiado el joven y diarieros de la zona norte marcharon ayer por las calles de Olivos para reclamar seguridad y el esclarecimiento del crimen.
Mancuso, de 24 años, trabajaba en el puesto de diarios que su padre tiene en La Lucila desde hace 36 años, y estudiaba el profesorado de educación física. Fue herido mortalmente el 28 de marzo pasado en la zona de la villa Borges, en Olivos.
A las 20 de ayer, la gente, unos 200 manifestantes, comenzó a juntarse en la avenida Maipú y Pelliza. Como signo, cada uno llevó un diario, en homenaje a la víctima.
Según informaron a LA NACION fuentes judiciales, el presunto asesino de Mancuso está identificado. Se trata de un joven de 18 años con antecedentes penales que hasta el momento del crimen vivía en la villa Borges.
La primera parada de la marcha se realizó en la comisaría 1a. de Olivos, donde los manifestantes, en señal de protesta, arrojaron varios diarios. En un momento salió a la puerta un jefe policial, que explicó que se estaba trabajando en el caso, pero fue increpado por los vecinos, que gritaron: "¡Los asesinos están en la calle!" y dieron direcciones en las que supuestamente viven delincuentes que protagonizaron los hechos ocurridos en la zona conocida como barrio La Loma de Roca.
La movilización continuó hasta su segunda parada: la Municipalidad de Vicente López, en avenida Maipú y Ricardo Gutiérrez. Allí habló el vecino Guillermo Medina, que en 2003 fue uno de los primeros en denunciar que el barrio La Loma de Roca, en cercanías de la villa Borges, era tierra de nadie.
"La municipalidad hace oídos sordos a nuestros reclamos, como el pedido de urbanizar la villa Borges, la instalación de mayores luminarias y la poda de árboles", dijo Medina, entre otras cosas.
Después, la movilización llegó hasta quinta presidencial de Olivos, donde Florencia, la novia de la víctima, leyó un poema y el padre del canillita, Ignacio Mancuso, agradeció el cariño de la gente. "Hubo mucho dolor, mucha angustia y congoja", sostuvo a LA NACION Medina.
¿Zona liberada?
La de Mancuso no fue la primera muerte en la zona. El 27 de enero pasado, en Mariano Pelliza y Rosetti, a metros de la autopista Panamericana, el oficial Luis Barrientos fue asesinado cuando, junto con un compañero, intentó identificar a un hombre que inflaba las ruedas de su bicicleta en una estación de servicio.
El 25 de marzo de 2007, en colectora y Pelliza, el sargento de la policía bonaerense Gastón Stichi fue asesinado; el 25 de enero de 2007, en Pelliza y Juan B. Justo, un grupo de delincuentes privó de la libertad al empresario químico Claudio Medín; los arrebatos y robos son frecuentes en la zona.
Un jefe policial consultado por LA NACION coincidió con el reclamo vecinal de que, para terminar con los hechos delictivos, es necesario urbanizar la villa Borges.
"Una de las soluciones principales sería urbanizar la villa, abrir los pasillos para que, entre otras cosas, no se puedan esconder los ladrones", había dicho a LA NACION comisario después del asesinato de Mancuso.
Fuente: La Nación
Etiquetas: Inseguridad
